Jesús Sánchez-Quiñones, miembro del Foro de la Sociedad Civil, muestra su sorpresa en Expansión por el hecho de que el Parlamento Europeo haya aprobado la prohibición de la venta de vehículos de combustión a partir de 2035 en un momento como el actual, que refleja enormes dificultades para el suministro eléctrico.
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La medida, según Sánchez-Quiñones, puede tener el efecto contrario al pretendido, que es acelerar la transición energética.
Nadie garantiza que en 2035 exista una red de recarga suficiente ni si habrá disponibilidad de materiales suficientes para la producción de las baterías.