El historiador Santos Juliá asegura en un artículo publicado en El País que el desafío secesionista en Cataluña ha sido posible debido a que se ha permitido a los nacionalistas estar utilizando recursos públicos para organizar y ejecutar su estrategia independentista.
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La Transición supuso un pacto «con vistas a la construcción de un Estado español democrático que garantizara las libertades individuales y colectivas y la autonomía de todos los pueblos, regiones o nacionalidades de España».
Ahora, los secesionistas han roto ese pacto, violando la Constitución y el Estatuto de Autonomía que les ha permitido gobernar legítimamente durante 40 años.
Juliá critica también la decisión de un tribunal alemán de no encontrar delito de alta traición en el pronunciamiento catalán.