Fernando Eguidazu, autor del ensayo ‘España en su laberinto’ junto al exministro José Manuel García Margallo, analizó en la Sesión Plenaria del Foro de la Sociedad Civil celebrada el pasado 21 de noviembre los principales problemas que afronta el país, entre los que destacó la polarización política, la deriva autoritaria del Gobierno y el desafío separatista.
Según Eguidazu, España está viviendo en estos momentos “un ataque en toda regla al modelo constitucional”. “Siempre habrá partidos que quieran cambiar el orden establecido, pero esta vez se está produciendo desde partidos que están en el Gobierno o que lo apoyan”, afirmó con preocupación.
Para el coautor de ‘España en su laberinto’, la izquierda ha convertido la polarización en “una estrategia deliberada”, como demuestra la Ley de Memoria Histórica, y lamentó el desembarco del partido que gobierna en todas las instituciones, como el CIS, RTVE o el CGPJ.
Eguidazu piensa que, “cuando pensábamos que España había entrado en la normalidad y que estaba superada una etapa terrible de la historia de nuestro país, estamos volviendo a plantear cuestiones que creíamos resueltas”.
Según él, la historia nunca se repite. Sin embargo, la situación actual de España presenta patrones comunes con otros momentos del pasado, como el final de la monarquía isabelina, marcada por la fragmentación política y la aparición del separatismo y que fue resuelta gracias al consenso que dio lugar al turnismo de la Restauración; la proclamación de la II República, que salió mal porque la Constitución de 1931 fue adoptada por imposición de la izquierda; y la Transición, que fue “todo lo contrario del experimento republicano”.
Para Eguidazu, la salida del actual laberinto pasa por que los dos grandes partidos alcancen el consenso. “La historia nos dice que la única forma de garantizar la estabilidad es el consenso. Si lo que queremos es una solución a largo plazo que garantice la estabilidad institucional, hay que evitar giros de 180 grados en el poder”, afirmó.
Sin embargo, se mostró pesimista, ya que aprecia que las posturas entre PSOE y PP están completamente alejadas en aspectos fundamentales, como el sistema educativo, el de pensiones o el mercado laboral y el déficit público, entre otros.