Jorge Vilches asegura en un artículo publicado en Disidentia que la iniciativa ‘No sin mujeres’, que pretende obligar a los organizadores de conferencias y encuentros académicos a que haya paridad de sexos entre los ponentes, es un canto a la mediocridad.
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Un sistema de elección basado en el sexo supone para el autor un desprecio a la inteligencia, al mérito y al esfuerzo individual.
Una iniciativa así atenta, además, contra la libertad de empresa y de cátedra.