Jesús Sánchez-Quiñones, miembro del Foro de la Sociedad Civil y director general de Renta 4 Banco, recuerda en Expansión que una caída de la inflación no supone una caída de los precios.
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«La realidad para una familia es que una inflación del 5% un año y del 3% al siguiente supone una pérdida de poder adquisitivo acumulada en dos ejercicios del 8,15%», afirma Sánchez-Quiñones.
Para el autor, para recuperar poder adquisitivo es imprescindible que la inflación pase a ser negativa.
Según Sánchez-Quiñones, el principal beneficiado de una elevada inflación con tipos nulos o negativos es principalmente el Estado.