Manuel Conthe ha publicado un interesante artículo de opinión en El Mundo, titulado ‘La nulidad de las promesas electorales’, en el que recuerda que la Constitución española limita a los gobernantes la posibilidad de proponer medidas que supongan un aumento de los gastos públicos. Para acceder al texto completo, pinche aquí.
Según Conthe, «cualquier promesa electoral que entrañe aumento de gastos o bajada de impuestos -esto es, que pueda agravar el déficit público o impedir que se reduzca-, debe considerarse nula, como las donaciones entre cónyuges antes de 1981, o, al menos, revocable si quien las formula alcanza el Gobierno».
Por eso, pide a los ciudadanos ser precavidos ante las promesas que los políticos de todo signo suelen lanzar en periodos electorales, pues éstas sólo pueden ser cumplidas si se aprecia que realmente se pueden llevar a cabo una vez es ejercido el poder.
«Los ciudadanos debemos considerar cualquier promesa electoral que pueda aumentar el déficit o dificultar su reducción como un piadoso deseo, como una mera intención cuyo cumplimiento quedará condicionado a que el nuevo Gobierno, tras estudiarla, la considere viable y autorice su tramitación parlamentaria», afirma Conthe.