El economista Diego Barceló ha publicado un artículo en Libre Mercado, en el que analiza el coste que para los ciudadanos han supuesto las diferentes subvenciones concedidas por el Estado en 2014, arrojando como conclusión principal que cada español habría destinado 80 euros de su bolsillo a pagar ayudas destinadas a diferentes fines, decididos por la Administración central. Para acceder al texto completo, pinche aquí.
Barceló ha estudiado la Base de Datos Nacional de Subvenciones, creada gracias a la Ley de Transparencia, en la que se aprecia que, durante el año pasado, el Estado destinó más de 3.600 millones de euros a subvenciones.
«Lo que el Estado otorga en subvenciones surge del dinero que los contribuyentes le pagan con sus impuestos. En palabras más simples, las subvenciones son un mecanismo por el cual el Estado quita dinero a unos ciudadanos y se lo da a otros, según distintos criterios», asegura Barceló.
«La pregunta es: ¿no sería más práctico que el Estado dejara el dinero en el bolsillo del contribuyente y que éste decidiera a quienes quiere ayudar? Las subvenciones no solo cuestan el dinero de la propia ayuda, sino que también conllevan un coste de gestión y control. El ahorro que tendría el Estado en costes de gestión podría convertirse en desgravaciones fiscales para incentivar las donaciones entre privados», afirma.