En tiempos de movimientos populistas, como Podemos en España, es muy útil leer las reflexiones de ernest Gellner con motivo de la caída del Muro de Berlín.
¿Qué puede llenar el vacío dejado por la dramática caída del comunismo en la ex Unión Soviética y en la Europa del Este? He aquí, sin duda, la cuestión política más acuciante del mundo de hoy. Como muestra Gellner en este libro, la diferencia más significativa entre el comunismo y otras ideologías totalitarias y el liberalismo occidental está en la existencia de la sociedad civil: las instituciones intermedias como los sindicatos, los partidos políticos, los grupos de presión y los clubes, que se interponen entre la familia y el Estado. El comunismo suprimió la sociedad civil. La democracia liberal la fomenta. Si queremos que mejoren las condiciones de vida en Europa del Este, hay que promover su crecimiento y prosperidad. Los primeros signos, según las observaciones de este pionero de la antropología social británica, son inequívocamente buenos, hasta el punto de que el contraste con el Islam militante resulta extraordinario. En los estados fundamentalistas como Irán, la sociedad civil está muy poco desarrollada, y tampoco parece que su desarrollo suscite demasiado interés. ¿Por qué hay tan poca resistencia u oposición? ¿Cómo podemos entender esta situación? Las respuestas las obtendrá el lector en este libro.