Esta obra ofrece una historia general del pensamiento económico desde una posición austriaca. Sigue, pues, el camino iniciado por Schumpeter en su Historia del análisis económico, si bien enriqueciéndolo considerablemente. Destaca el papel de algunas figuras consideradas menores, deshace muchas ideas convencionales e insiste sobre la importancia de las filosofías religiosas y sociales junto a las ideas estrictamente económicas.
Rastrea a lo largo de la historia ideas que posteriormente constituirán el núcleo de la Escuela Austriaca, como la concepción subjetiva del valor y el protagonismo del empresario en el proceso económico.
La primera parte analiza el pensamiento económico desde sus comienzos en el mundo griego hasta Adam Smith, destacando particularmente la aportación de la tardía Escolástica española (la famosa Escuela de Salamanca) como anticipación de la teoría subjetiva del valor, así como la obra de autores como Turgot y Cantillón, verdaderos fundadores de la ciencia económica, según el autor.
Sobre Adam Smith, en cambio, manifiesta una opinión bastante negativa, señalándolo como responsable de un fatal desvío en la línea de evolución de la teoría económica por su teoría «pre-marxiana» del valor-trabajo; interpretación que algunos considerarán poco matizada y un tanto sesgada.