Este ensayo aborda una época crucial en la historia de España, el tiempo que hace de bisagra entre la Antigüedad y el Medievo, el tiempo del primer reino que se enseñoreó sobre toda la península ibérica, el tiempo de los visigodos.
Rastreando los nebulosos orígenes de los godos en Escandinavia, el libro acompaña a estos en una migración que los llevó a penetrar en el Imperio romano, a saquear por primera vez en siete siglos la Ciudad Eterna y a asentarse, por fin, en la Península.
Los visigodos explica cómo ese viaje les convierte en un pueblo mestizo, impregnado de romanidad, que se acentuó en Hispania, constituyendo la fértil semilla que la marea islámica no pudo agostar.