Este hermoso texto, publicado originalmente en 1949, se propone describir la situación del hombre. Para ello aboga por situar al ser humano en el tiempo, en el fluir de la historia universal, para lo cual no debemos únicamente mirar al pasado, sino que tenemos que pensar en el futuro, precisar cómo se inscribe y se articula la existencia del individuo en esa totalidad que, como producto de la conciencia de cada época, cambia. Comprender la historia es comprendernos a nosotros mismos.
Relativizando la mejora de la inflación
Jesús Sánchez-Quiones descarta en Expansión que la mejora de los datos de inflación vaya a implicar una bajada de los tipos de interés.