Sócrates concibió la filosofía no como una actividad académica, sino humana. Un líder filosófico tenía que ser mucho más que un pensador. Tenía que ser una buena persona para que la cuestión de la virtud no fuese una idea abstracta, sino un asunto práctico. Quienes la practicaban tenían que poseer el coraje para sacrificar todo, incluida la propia vida, para perseguir la excelencia de la mente. Esto es lo que Sócrates hizo, y ésta es la razón por la que le honramos y saludamos como la filosofía personificada.
España: democracia menguante
El Colegio Libre de Eméritos Universitarios acaba de publicar el libro España: democracia menguante, elaborado por un grupo de reputados profesores y en el que ha colaborado el presidente del Foro de la Sociedad Civil, Jesús Banegas, que ha ayudado a Gabriel Tortella en la elaboración del capítulo económico de esta obra.