Sócrates concibió la filosofía no como una actividad académica, sino humana. Un líder filosófico tenía que ser mucho más que un pensador. Tenía que ser una buena persona para que la cuestión de la virtud no fuese una idea abstracta, sino un asunto práctico. Quienes la practicaban tenían que poseer el coraje para sacrificar todo, incluida la propia vida, para perseguir la excelencia de la mente. Esto es lo que Sócrates hizo, y ésta es la razón por la que le honramos y saludamos como la filosofía personificada.
Economía dopada por la deuda
Jesús Sánchez.Quiñones escribe en su blog en Expansión que el creciente endeudamiento ha sido un «dopaje para el crecimiento económico global» que difícilmente se mantendrá a futuro.