La catedrática de Ética Adela Cortina ha escrito un artículo de opinión en El País en el que critica a la clase política española, que ha pasado de estar conformada por personas incapaces de renunciar a sus principios por otras que en lo único que piensan es en medrar a costa de todos los demás. Para acceder al texto completo, pinche aquí.
Según Cortina, «la ingeniosa frase de Groucho Marx ‘estos son mis principios, y, si no les gustan, tengo otros’ se convierte en imperativo de actuación para la vida política y para el conjunto de la vida social».
La filósofa considera que «el vacío de convicciones es letal para quien carece de ellas y sobre todo para los que de algún modo están en sus manos», que es lo que sucede en la sociedad española actual.
Para evitar esta situación, reclama una «ciudadanía madura».
«Lo que importa es que sea lúcida y responsable, que no se deje manipular emocionalmente ni tampoco con argumentos sofísticos, que le importe el bien común, y no solo el particular. Que sea, desde esa madurez, participativa», afirma.