Javier Caraballo critica al nacionalismo en un artículo de opinión en El Confidencial y defiende que el nombre de las ciudades catalanas se pueda decir en castellano sin que ello pueda suponer una ofensa para nadie.
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El autor no entiende por qué parece que todo el mundo ha de decir Girona, cuando con otras denominaciones de ciudades, como las vascas, por ejemplo, no ocurre lo mismo.
«Se acabó, volvamos a lo elemental, a lo que nunca se debe perder ni manosear: el derecho que tenemos a hablar la lengua que nos une, el español, la primera víctima de la intransigencia», afirma Caraballo.