Diego Barceló Larraín asegura en un artículo de opinión publicado en Libre Mercado que los acuerdos salariales de nivel nacional que se negocian entre la patronal y los sindicatos no tienen ningún sentido y perjudican a más trabajadores que a los que benefician. Para acceder al texto completo, pinche aquí.
Según Barceló, el determinante último de los salarios debe ser la productividad. Si el empresario está obligado a mantener un determinado nivel salarial, cuando baja la productividad sólo tiene dos opciones: aumentar el precio de sus productos, perjudicando así al comprador; dejar los precios igual, en cuyo caso tendrá menos beneficios y, por tanto, estará menos dispuesto a invertir, o bien entrar en pérdidas, en cuyo caso lo más probable es que se vea obligado a despedir a sus trabajadores.
Considera que un acuerdo colectivo perjudica a más trabajadores que a los que beneficia porque «los que trabajan en empresas prósperas recibirán un incremento salarial menor del que podrían obtener. Los que trabajan en empresas con problemas, porque las dificultades serán mayores. Los parados, porque cualquier incremento salarial reduce la probabilidad de que encuentren un empleo».
Para Barceló, el objetivo principal de todos los agentes sociales en este momento debe ser alentar la creación de empleo.