Las nuevas tecnologías de la información de la comunicación, los móviles inteligentes y las aplicaciones para este tipo de aparatos también pueden ser puestos al servicio de la lucha contra la corrupción. Algunos buenos ejemplos de ello los podemos encontrar en un artículo de Mario Saavedra publicado en Esglobal, cuya lectura recomendamos. Puede acceder al texto completo pinchando aquí.
Las apps contra la corrupción están proliferando, aunque su eficacia, de momento, es limitada, ya que en muchos casos chocan con la protección de la privacidad.
Sin embargo, hay algunas que están logrando importantes éxitos. El artículo da muestras de ello, como el caso de Philly Watchdog en Filadelfia (EEUU), aplicación desde la que el interventor municipal insta a los ciudadanos a que denuncien por medio de mensajes, fotos y vídeos la corrupción y las malas prácticas de su ayuntamiento.
Hay más casos interesantes que pueden verse en el artículo, con aplicaciones que se están utilizando en países como Rusia, Indonesia o Hungría.