El catalanismo se ha convertido en una cuestión de fe, en una religión política, y el profesor Jorge Vilches, de la Universidad Complutense de Madrid, analiza en el diario El Español los elementos clave que confirman su tesis.
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«Tras cien años de construcción nacional, el catalanismo político ha tomado los esquemas de las religiones históricas para aumentar su eficacia», asegura Vilches, que cita entre los aspectos que lo constatan un culto reglado construido a base de subvenciones públicas o la esperanza en el Estado propio.
El catalanismo ha construido sus propios héroes y sus propios mártires, y tiene sus propios canales de evangelización.