Benito Arruñada, catedrático de Organización de Empresas de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, ha publicado un artículo de opinión en la revista Actualidad Económica en el que defiende la tesis de que «el principal ‘fallo’ de nuestro sistema educativo es el colapso de la exigencia». Para acceder al texto completo, pinche aquí.
Esa rebaja de la exigencia parece que viene solicitada por los padres. Los pocos que querrían lo contrario ya no se atreven a defenderlo abiertamente, por el temor a la crítica.
Arruñada es poco optimista con respecto a un pacto nacional por la educación. La reforma que él reclama «aspiraría a ‘saltar’ a un equilibrio de normas sociales más productivas, imprescindibles para asegurar la formación y el nivel de vida al que aspiramos para nuestros jóvenes. Unas normas sociales con las cuales los padres exigentes y los buenos estudiantes arrastrarían a los demás hacia arriba».
Dado que eso no se va a hacer, reclama un consenso para que al menos se consiga «hacer efectiva la igualdad de oportunidades y dejar de castigar fiscalmente la educación productiva».