David Jiménez critica en El Mundo a los nacionalistas catalanes por apropiarse una vez más de las instituciones en beneficio propio al hilo de la polémica por la negativa de la Generalitat a retirar los lazos amarillos pese a lo solicitado por la Junta Electoral Central.
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«El imperativo de neutralidad institucional es inconcebible para quien cree que las instituciones son suyas y para los suyos», denuncia Jiménez, para quien este episodio demuestra el desdén del nacionalismo hacia la legalidad.
«Fatiga tener que recordar que las leyes no obligan solamente por ser leyes, sino porque suelen dar forma a un orden más justo que el que impondrían quienes se las saltan», dice.