Partiendo de que “en cualquier país democrático, las Fuerzas Armadas (FAS) son hoy en día un instrumento del Estado que contribuye a la paz y a la seguridad no sólo de la propia nación, sino también de otros lugares del mundo”, Luis Feliú Ortega, Teniente General (R). Ex Representante Militar de España en la CPA de Irak y Miembro del Foro de la Sociedad Civil publica hoy una interesante “Tercera” en ABC, bajo el título “Las fuerzas armadas y la disuasión”.
Partiendo de la distinción entre las complementarias Defensa Civil y Defensa Militar entiende que “[la] responsabilidad ejecutiva recae íntegramente en las FAS, supone que éstas deben estar organizadas, equipadas e instruidas para las operaciones militares, es decir para el combate. Esta es la razón de su existencia, para eso están creadas; lo demás son eufemismos y malversaciones de sus capacidades”. Sin embargo para que una de sus vertientes que es la disuasión militar, “sea eficaz se debe cumplirse una serie condiciones: que se disponga de los medios adecuados y suficientes, que se tenga voluntad de emplearlos y que el posible agresor lo conozca o lo crea así.”