Jesús Sánchez-Quiñones ha publicado una nueva entrada en su blog en Expansión en la que analiza unas recientes declaraciones de la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, de las que se desprende que la rivalidad entre EEUU y China está provocando una mayor inestabilidad en las cadenas de suministros, con el consiguiente efecto en la inflación, y un aumento de las tensiones geopolíticas.
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Según Sánchez-Quiñones, cuando Lagarde pide colaboración entre la política monetaria y la política fiscal, hay que entender que en algún momento las compras de bonos soberanos de un país por parte del BCE podrían estar condicionadas a determinadas políticas fiscales que ayuden a bajar la inflación.
Además, considera que, a pesar del creciente uso de la moneda china para los intercambios comerciales entre el gigante asiático y sus socios comerciales, el yuan no va a sustituir al dólar como moneda de reserva global, al menos en un horizonte considerable de tiempo.