PRESENTACIÓNEl estado real de la nación |
- El debate público en nuestro país adolece históricamente de un exceso de opinión y un defecto de datos. Como dirían los antiguos griegos, demasiada doxa y escasez de episteme.
- Esa falta de encaje entre palabras y datos produce habitualmente discusiones apasionadas, opiniones extremas y una general ausencia de ecuanimidad y mesura que entorpece el debate público, desde el Congreso de los Diputados a las tertulias mediáticas e incluso familiares.
- Para algunos, todo está mal. Para otros nada podría estar mejor. O somos un desastre, o somos los mejores.
- Por muy idiosincráticas que sean las formas apasionadas, la realidad es que España lleva ya mucho tiempo siendo un país “normal”, de hecho, entre los más desarrollados del mundo. Pero normalidad no quiere decir que no persistan desequilibrios, desajustes y deberes por hacer.
- Podemos hacer las cosas mejor o peor y eso es lo que muestran los gráficos de esta colección que pretende ofrecer una imagen fiel de nuestra realidad como sociedad y como país, más allá de la habitual cacofonía que transmiten los altavoces de la política.
- El Foro de la Sociedad Civil se ha propuesto ofrecer a todos aquellos que deseen disponer de datos más allá de las ideologías, un extenso catálogo de cuadros y gráficos provenientes de fuentes diversas y acreditadas, nacionales e internacionales, que muestran el país como es, en sus logros y en sus carencias.
- Para ello, un equipo integrado por un buen número de miembros del Foro y con la colaboración de estudiantes universitarios en la edición de los contenidos, ha buscado, seleccionado y ordenado un escaparate informativo sobre España en cuatro dimensiones:
- Temática: abarcando un muy completo panorama de asuntos de interés social.
- Temporal: con los últimos datos disponibles que se irán actualizando.
- Histórica: cubriendo amplios periodos de tiempo para así evaluar su evolución.
- Comparativa: con la media y los grandes países europeos de referencia.
- El resultado es un libro de más de trescientas páginas en las que abundan los datos y escasean las opiniones y valoraciones. Cada lector es muy libre para extraer las conclusiones que considere oportunas.
- El Foro de la Sociedad Civil considera esta publicación un servicio a la sociedad española a fin de favorecer que podamos vernos como realmente somos, discutir nuestros problemas con conocimiento de causa y serenidad, mientras trabajamos en la misma dirección para mantener y mejorar nuestra posición en el mundo.
- Los datos que se ofrecen en esta primera edición de la “Perspectiva”, pueden resumirse así:
- España se encuentra situada entre los países más ricos del mundo, aunque en diferentes periodos hemos perdido posiciones, alejándonos cada vez más de los países de referencia.
- El desempleo es nuestro peor indicador, situando a España en las peores posiciones del mundo desarrollado: nos hace perder riqueza y recaudación fiscal, y gastar en protección al desempleo recursos escasos que podrían tener mejores destinos. Pero lo peor es que excluimos a demasiadas personas de la dignidad del trabajo.
- Tras el gran crecimiento de la presión fiscal desde la Transición política a nuestros días, España se sitúa en términos reales en la media de la UE. Sin embargo, nuestra estructura impositiva difiere de la de países más avanzados en esta materia: los impuestos al trabajo y al ahorro son excesivos y desincentivadores de la creación de riqueza y empleo, mientras que los indirectos –IVA–, los medioambientales y las tasas fiscales están en la cola de Europa.
- Nuestro actual endeudamiento público bate “records”, históricos e internacionales, y es una grave hipoteca para las nuevas generaciones, ya que plantea graves dependencias de financiación a medio y largo plazo.
- El sector exterior español está teniendo, desde hace una década, un comportamiento ejemplar generando saldos positivos en nuestra balanza de pagos y aventaja claramente a Francia, Reino Unido e Italia gracias a la competitividad de nuestras exportaciones.
- La dotación de infraestructuras, factor esencial para la vertebración de la prosperidad, sitúa a España como uno de los mejores países del mundo: las redes de transporte terrestre, marítimo y aéreo son de primer nivel; en materia de producción de energía, tenemos una gran oportunidad con el decidido apoyo a las energías renovables, aunque el “parón” nuclear y el abandono del carbón nos han dejado excesivamente vulnerables a los vaivenes del mercado internacional del gas. En cuanto a las infraestructuras digitales necesarias para la Sociedad de la Información –quintaesencia del mejor presente y futuro- disfrutamos de un claro liderazgo europeo.
- La competitividad general de nuestra economía, sin embargo, deja mucho que desear: en ciencia y tecnología estamos desigualmente retrasados, mejor en ciencia que en tecnología; en innovación mal clasificados, en productividad la contribución tecnológica es muy baja, así como el crecimiento de la renta per cápita; en libertad económica no estamos bien situados y la trayectoria histórica es descendente.
- El factor humano presenta un panorama muy preocupante en lo referente a población y educación, pero muy halagüeño en cuanto a nuestra expansión lingüística. La población española, históricamente escasa relativamente a las dimensiones del territorio, creció con fuerza el último siglo, pero ahora solo crece debido a la inmigración, ya que la tasa de natalidad es la más baja de Europa. La educación, siendo mala tiende a empeorar, habiéndose convertido en uno de los grandes problemas de España. La lengua española, que en nuestro país experimenta un preocupante retroceso en amplias zonas en favor de las lenguas “autóctonas”, continua su expansión internacional disputando al inglés el liderazgo internacional.
- La calidad de vida en España, a la luz de los datos, es clara y consistentemente una de las mejores del mundo. En salud destacamos en todas las facetas, y no solo por resultados, sino también en eficiencia de la gestión. En progreso social ocupamos una posición en el mundo mucho mejor que en renta per cápita, siendo uno de los seis grandes países mejor valorados.
- En calidad institucional tenemos un comportamiento dispar. Disfrutamos de un buen nivel de seguridad, pero no parecemos inclinados a invertir en defensa en relación a lo que nos correspondería por nuestro lugar en el mundo. Nuestro Estado de derecho se encuentra entre la veintena de países mejor valorados. La democracia española ocupa la posición 22 dentro de las 23 democracias plenas del mundo. España ocupa la posición 32 entre los países con menor corrupción, estando por debajo de la media de la UE.
- La imagen que surge espontáneamente de los datos aquí recogidos es la de un país que ha mejorado mucho y consistentemente respecto a las crisis de los siglos XIX y XX; un país europeo más, cuya sociedad compleja y sofisticada está preparada para enfrentarse a los retos de nuestro tiempo.
- Los desequilibrios no han desaparecido. El desempleo sigue siendo nuestra mayor lacra social. Las crisis internacionales nos afectan más que a otros países. Las políticas populistas nos apartan de las sendas de la convergencia en periodos críticos.
- Los datos aquí expuestos reflejan mucho mejor que las palabras nuestro devenir histórico y apuntan donde están los problemas y también sus posibles soluciones.
- Desde el Foro de la Sociedad Civil queremos contribuir al debate público desde la racionalidad, el rigor y la claridad expositiva.
- Si conseguimos introducir en la tópica discusión sobre “los males de España” un poco de objetividad sobre la dimensión real de nuestros problemas amén de fe en nuestras capacidades y recursos para resolverlos, el Foro de la Sociedad Civil habrá cumplido su misión.