Rubén Amón considera en un artículo de opinión publicado en El Confidencial que la gestión que está haciendo el Gobierno de la crisis del coronavirus muestra un preocupante sesgo ideológico que está fracturando aún más la sociedad española.
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Amón considera que las decisiones del Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez están demonizando a los empresarios porque «necesita enemigos para abstraerse de su negligencia».
«Era responsabilidad de Sánchez aglutinar una respuesta, incitar la cooperación de los adversarios naturales. No solo dentro de su propio Gobierno, sino implicando el criterio y el conocimiento de los partidos opositores. Una emergencia nacional requiere también un Gobierno de concentración y un proyecto unificador, pero el líder socialista necesita enemigos. Y es un maestro en el arte de alimentarlos», dice el periodista.