Desde el Foro de la Sociedad Civil siempre hemos defendido el necesario adelgazamiento de la estructura del Estado, para lo cual consideramos indispensable la supresión de las diputaciones. Por eso recomendamos la lectura de una tribuna de opinión publicada en el diario El País por Miguel Sánchez Morón, catedrático de Derecho Administrativo. Para leer el texto completo, pinche aquí.
Según el autor, hoy las diputaciones carecen de sentido por estar faltas de contenido práctico. Con la Constitución, quedaron relegadas a un papel muy secundario en el conjunto de nuestro sistema administrativo.
Su composición, tal y como están concebidas, queda en manos de los aparatos de partido, sin intervención alguna de los ciudadanos.
«No es cierto, como apuntan sus defensores, que sigan siendo imprescindibles para asistir a los municipios de menor población, pues esa función puede ser desarrollada por la administración de las comunidades autónomas, quizá incluso de manera más profesional y objetiva. Tampoco son necesarias para la vertebración del territorio, pues una cosa es que desaparezca la diputación y otra distinta que quede abolida la provincia como circunscripción administrativa de los servicios territoriales del Estado y de las comunidades autónomas, algo que en este momento nadie plantea», afirma Sánchez Morón.
Por todo ello se hace necesario acabar con unos entes que sólo propician el clientelismo político.