TRIBUNA DE LA SOCIEDAD CIVIL DE ESPAÑA

Actualidad

Entre el fango y los ciberbolcheviques

A hombros de Emile Durkheim, cuenta el gran sociólogo Ralf Dahrendorf que las situaciones de «anomia», con su abulia ante las normas y los valores, son el caldo ideal de cultivo para el surgimiento de visionarios. Y éstos, ya lo sabemos, dispensan con largueza recetas políticas fáciles, alejadas de una realidad siempre necesitada de matices.

Acontecimientos como los que las últimas semanas nos vienen asolando ponen todo esto de manifiesto. A la par que escándalos brutales de corrupción ocupan las portadas, los visionarios de nuestro recién estrenado ciberbolchevismo van ganando aparente respaldo popular, orlados por su absoluta ausencia de «máculas de sistema».

Al menos parte de este escenario no es en modo alguno nuevo: los primeros noventa nos llegaron a tener habituados a desayunarnos con la dimisión de un ministro enfangado en corrupción y a terminar el día con el anuncio de otra.

Tampoco debemos olvidar la vertiente favorable de esta historia: el hecho de que, al fin y al cabo, estamos pudiendo contarla, gracias a que existe una prensa libre; y que una Justicia que está cumpliendo admirablemente con su deber viene actuando sin contemplaciones ante estas auténticas «bandas de ladrones». Sin una y otra cosa, se decía en los EEUU de los setenta, un escándalo como Watergate jamás habría salido a la luz, ni habría generado la dimisión del jefe de Estado más poderoso del planeta.

Los estragos de la corrupción en la España de 2014 nos prueban, sin embargo, que nuestro país da claros síntomas de estar inmerso en un entorno generalizado de decadencia ética: lo prueba, entre otras cosas, la alarmante extensión de conductas deplorables en dirigentes políticos o próximos a sus círculos de poder (como los de las antiguas cajas de ahorros).

Cierto que tampoco este fenómeno es exclusivo de España: la consultora de Naciones Unidas Marie Peeters ha llegado a calificarlo como una «crisis de civilización», la occidental, por supuesto.

Aunque sí es verdad que nuestro país es uno de los que con mayor virulencia viene sufriendo este mal, quizá a resultas de una excesiva colonización de la sociedad por parte de los partidos políticos y el consiguiente alejamiento de los ciudadanos respecto de sus representantes.

Más nos vale percibirlo pronto, y reaccionar en consecuencia. Y en todo caso, antes de que los visionarios de «las ideas fáciles» puedan situarse en condiciones de imponerlas al conjunto de la sociedad.

Últimos Artículos

Economía de la izquierda anticapitalista

José Luis Feito ha firmado una Tercera en ABC en la que afirma que la izquierda anticapitalista es incapaz de mejorar la situación de los oprimidos mientras que tiene una enorme capacidad de mermar las rentas de los privilegiados.

Leer más »

El futuro de la verdad, aquí y ahora

El presidente del Foro de la Sociedad Civil, Jesús Banegas, escribe en Vozpópuli que «el progresismo, a pesar de sus tan evidentes como espectaculares fracasos humanos, económicos y morales, se presenta hoy en sociedad inmune a la verdad y sus manifestaciones empíricas».

Leer más »

1.400 bancos alemanes fuera del foco

Jesús Sánchez-Quiñones, miembro del Foro de la Sociedad Civil, analiza en su blog en Expansión si la banca europea puede sufrir los mismos problemas que está padeciendo la banca regional estadounidense y afirma que aquellas entidades que hayan dado un elevado porcentaje de préstamos a tipo fijo por debajo de los niveles actuales se enfrentan a serios problemas de rentabilidad. 

Leer más »

Neoliberalismo y neoleninismo

El historiador y economista Gabriel Tortella firma un artículo de opinión en El Mundo en el que analiza el significado del concepto liberalismo y como ha ido cambiando a lo largo de los años con diferentes connotaciones políticas.

Leer más »