El economista e historiador Gabriel Tortella ha publicado un nuevo artículo de opinión en El Mundo en el que analiza al electorado español según los datos extraídos del informe España, democracia menguante, de los que se reflejan que un 30% sería votante de centro; un 40%, de izquierdas, y un 13%, de derechas.
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Tortella se sorprende de que «la ejecutoria de los grandes partidos sea tan asimétrica como la autoubicación de los votantes».
Para el historiador, esta asimetría política que se da en España tiene su origen en la Guerra Civil. Tortella considera que el relato de la pureza democrática y la inocencia de la República ante el golpe de Estado de 1936 debe ser matizado y que «hay que poner en tela de juicio la pretendida identificación de los conservadores de hoy con los franquistas de ayer».
Otra muestra elocuente de la asimetría política española es, según Tortella, que «los herederos políticos de ETA no solo están hoy representados en la Cortes españolas y en los parlamentos vasco y navarro, sino que colaboran activamente con el actual Gobierno socialista».
La asimetría política es «un grave obstáculo al normal funcionamiento del sistema».