La salud humana depende en gran medida del entorno en que se desenvuelve la vida. El hombre necesita satisfacer sus necesidades fisiológicas más inmediatas, como son el comer (1-2 kg/día -2.000 kcal.-), beber ( 2 litros/día), respirar (15-20 m3/día) y eliminar su escretas. Si los alimentos, el agua y el aire son contaminados en el proceso de producción de bienes y servicios o en la gestión de los residuos, estaremos incorporando a nuestro organismo, a través de ellos, esos contaminantes. La exposición a los mismos puede llegar a alterar el equilibrio en que se sustenta la vida, provocando diferentes tipos de enfermedades.