La civilización occidental, mediante la acumulación de experiencias institucionales –reglas de juego de la sociedad– de éxito, ha consagrado un modelo en el que su grandeza moral entrevera el progreso económico y social hasta resultar consustancial con todos los grandes logros de la humanidad a lo largo de la historia.
Epicteto
Abajo los que suben
Hace muchos años, en un viaje a una república centroamericana en el que coincidí con unas elecciones, yendo desde el aeropuerto a la ciudad, comprobé a lo largo de todo el trayecto que éste estaba repleto de carteles que anunciaban las maravillas que prometían los distintos líderes políticos que concurrían a las mismas. Me sorprendió, sin embargo, que, en un muro mal encalado de una propiedad a todas luces humilde, alguien con una brocha gorda y con un peculiar sentido artístico había pintado el lema que encabeza este artículo: “Abajo los que suben”.
Votantes, militantes, empleados, dirigentes y líderes
Es frecuente en estos últimos tiempos de constantes manifestaciones de nuestros líderes políticos oír y ver cómo y con qué facilidad se apropian de los votos de los ciudadanos cuando en muchas ocasiones sólo expresan posiciones personales o, como mucho, compartidas por los grupos reducidos que efectivamente gobiernan los diferentes partidos. La clasificación que figura al inicio de este comentario trata de precisar con mayor nitidez el origen de una voluntad colectiva en bastantes casos prostituida.
Baile de máscaras
Las celebraciones del carnaval en la antesala de la cuaresma se extienden por todo el país y, al parecer, desgraciadamente han llegado a afectar a las actitudes y conductas de nuestros políticos, en momentos en los que toda la nación requiere actitudes serias que permitan continuar una recuperación, a duras penas iniciada, y en un ambiente internacional muy poco tranquilizador que amenaza seriamente con otra profunda crisis económica.
Frente a los chamanes del caos
En los últimos años ha estado de moda la investigación académica de la siguiente pregunta: ¿por qué Occidente es rico?, frente al consumado hecho histórico de que el resto del mundo sea pobre, con las consabidas excepciones de Japón, Corea, Singapur, etc., que se han hecho ricos imitando justamente las buenas prácticas occidentales. La respuesta a la pregunta es unánime: Occidente es rico gracias a su cultura y a sus instituciones sociales y políticas.
Un país de derecho o de hechos consumados
Ante la grave situación política que vive España, Epicteto reclama a los líderes de los dos principales partidos que se echen a un lado y permitan la formación de un Gobierno como los de la Europa que funciona.
Proporcionalidad y contundencia
La situación que está viviendo España como consecuencia de la actitud del Parlamento de Cataluña y del Gobierno en funciones de la Generalitat, y la génesis y la evolución de la misma a lo largo de los últimos años, y muy especialmente a partir de las genialidades “nacionalistas” de un expresidente, recomiendan sin duda al Gobierno de la nación y a las instituciones una actuación que ponga freno de una vez por todas a este gran despropósito que está apuntando ya muy graves consecuencias para nuestro futuro.
Una ley para cumplir la ley
Hace aproximadamente un mes, asistía a una reunión en la que un ilustre y muy bien preparado catedrático de Derecho Administrativo de una prestigiosa universidad de nuestro país nos informaba con detalle de la extraordinaria proliferación de leyes y disposiciones legales de todo tipo con “fuerza de obligar” que están vigentes en España y cuyo número aumenta cada día. Lo peor, nos decía, no es sólo la existencia de 17 parlamentos autonómicos con capacidad legislativa y otros tantos gobiernos con capacidad normativa, además de las Cortes y el Gobierno de la nación, con el extraordinario coste que esto ya supone. Lo peor es que quienes forman parte de esas instituciones se consideran en cierto modo obligados a dejar constancia de su dedicación a las mismas produciendo sin parar leyes, normas y disposiciones en muchos casos innecesarias, en la mayoría mal redactadas, en bastantes ocasiones incumplibles y en muchas incumplidas.
Liberticidas
Victor Serge fue un personaje tan interesante como controvertido. Su novela autobiográfica ‘Les années sans pardon’ se publicó en París en 1971, veinticinco años después de la muerte de su autor. Hay una escena, casi al comienzo del libro, en la que Serge hace hablar a un espía soviético a punto de abandonar. Al comunicarle sus planes a un joven y entusiasta colaborador, el espía decepcionado oye en los labios de su discípulo todas las razones que él mismo le había enseñado… “Todo lo que se hace de abominable en apariencia responde a una necesidad, puesto que se hace. El Partido está por encima de todo cuanto se hace, guiado por manos sumamente seguras. Si nos ponemos a dudar, estamos perdidos; a los que se mata son traidores, puesto que se les mata”.
Vacuna o enfermedad terminal
La aparición de algunos partidos radicales en el panorama sociopolítico español, debido sin lugar a dudas a la muy notable degeneración de nuestro sistema democrático, no sólo afectado por múltiples ejemplos de corrupción política sino porque también ha sufrido su apropiación por parte de los partidos políticos que han venido ostentando a lo largo de los últimos años un papel de protagonismo que les ha llevado a la práctica exclusividad en el ejercicio de todos los poderes, enfrenta en estos momentos a la sociedad española a una situación singular y extraordinariamente delicada.